Dios tiene pensado para ti una vida plena y abundante, así lo dice en su palabra. Él te llevará de su mano para que puedas ser librado de toda aflicción y entrar en un nuevo tiempo de refrigerio, consuelo y completa bendición.
En el libro de Juan 10:10 (NTV) dice: “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante”. La vida plena y abundante que el Señor nos promete no tiene que ver necesariamente con acumular riquezas y bienes materiales. La vida abundante y plena del Señor con nosotros, tiene que ver con vivir llenos de su presencia, y bajo su plena bendición. Hay quienes tienen mucho en lo material, pero no tienen paz ni felicidad en su corazón, por eso, el dinero de nada les sirve. Dios suplirá todas nuestras necesidades tanto físicas como espirituales en gran manera, porque así es la vida abundante a la que Jesús se refiere: una bendición completa y absoluta, que integra todas las cosas que conforman nuestra existencia. Él nos creó y sabe perfectamente todo lo que necesitamos, por eso hoy debes aferrarte a esta promesa del Señor, que te hará entrar en un tiempo de refrigerio espiritual y en una abundancia tal, que serás un gran testimonio de su amor y poder para todo el que te rodea. Recuerda también lo que Jesús dijo en Mateo 7:11: “Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan!”.
Hagamos esta oración: “Padre mío gracias porque quieres para mi una vida plena y abundante, recibo hoy esta promesa y desecho todo pensamiento de escasez y desiertos. Renuncio a la incredulidad y decido creerte para recibir todo lo que tienes para mi en el nombre de Jesús” Amén.